Hay momentos en que los 'carAJOS' se lucen. Hay momentos en que es necesario reventarlos en la cara de alguien para que este reaccione, para que salga de su nube, aterrice, pise tierra y haga lo que tiene que hacer.

Ayer en el partido que la Selección peruana juvenil de vóley femenino fue derrotada 1-3 (25-18, 11-25, 22-25 y 13-25)por su similar de Brasil, se pudo conocer una vez más a esa (con mucho respeto) Natalia Málaga con sus temperamentos al tope, con sus 'AJOS' y con todo ese recutecu que hacen de ella un verdadera 'Doña Bárbara', recordando a Butters.

Pienso que nuestra selección tenia para dar una sorpresa más grande, tenía la capacidad para jugarle a Brasil e incluso ganar. Pero como siempre... aparecieron los fantasmas, los gasparínes, ese sentimiento de 'respeto', de que tú eres más que yo, de que ya me ganaste (cuando ni siquiera el juego empezó). Estas chicas tienen garra y coraje, pero ayer se les olvidó, se les quedó en casa y no lo llevaron al Miguel Grau. Pero tenemos a Natalia, la subcampeona olímpica de Seúl 88 y uno de los rostros más representativos del vóley femenino peruano, que ayer trataba de hacer reaccionar a sus juveniles quienes solitas se opacaron y no le hicieron pelea a la poderosa Brasil. Nuestras chicas se olvidaron de lo que hicieron en el primer set y abandonaron el juego, pero, otra vez estaba Natalia con sus 'AJOS' para retumbar en el cerebro de las muchachas y despetar a esa fiera, que ayer nunca despertó.